Por Ariel Pérez Díaz
Hay mar que carga el saber,
De las lagunas vacías;
Hay mentes aborrecidas,
porque nada pueden ver.
Mi guerra comienza hoy,
contra esa que es maldita,
y resguardada en su convoy
el conocimiento evita.
Ese que bien la conoce,
Repudia toda existencia,
De esa que causa goce,
Sin cultura y sin ciencia.
Le llaman la bendición,
Encadena la conciencia,
no tiene sabiduría,
y mucho menos prudencia.
El sabio la vio de joven
Y la hizo eliminar.
El joven que no la ha visto,
No la debiera ignorar.
Hay que romper las barreras.
Hay que romper horizontes.
Hay que mirar a la prensa,
Con ojos de polizonte.
Con ella sacan buen provecho,
Disfrazando pesadillas.
Dejan a todos sin techo,
Manejando manecillas.
Asir el conocimiento,
Arrincona a esa bandida,
Ajedrez y pensamiento:
Doctrina para la vida.
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